R. Díaz Maderuelo - J. M. García Campillo - C. G. Wagner - L. A. Ruiz Cabrero - V. Peña Romo - P. González Gutiérrez

Los textos clásicos

TEXTOS DE LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA SOBRE LOS SACRIFICIOS DE NIÑOS (MLK ) ENTRE LOS FENICIOS Y CARTAGINESES:


Filón de Biblos
"Los fenicios en los peligros más graves, ya de guerra, ya de escasez, ya de pestilencia, mataban algunos de sus (seres) mas queridos ofreciéndolos a Saturno. Y la historia de los fenicios esta llena de este tipo de sacrificios: historia que, escrita por Sanshuniaton en lengua fenicia, fue traducida al griego y redactada en ocho libros por Filón de Biblos. Este mismo en otra parte, en su relato sobre los sacrificios de los cretenses, dice que los Curetes acostumbraban antiguamente a sacrificar niños a Saturno..."
(Porfirio, Abst., 2, 56)

"Era costumbre entre los antiguos, en caso de grave peligro, que los jefes de la ciudad o de la población llevaran al sacrificio, para evitar la destrucción de todos, los más queridos de sus propios hijos como ofrenda para apaciguar a los demonios vengativos. Aquellos que eran elegidos eran inmolados en el curso de una ceremonia misteriosa. Por aquel entonces Cronos, que los fenicios llamaban El, que reinaba sobre el país y que después de su muerte fue divinizado para identificarse con el astro de Cronos, tenía un hijo único nacido de una ninfa del lugar llamada Anobret, - por lo que el hijo era llamado Ieoud que es todavía hoy el modo de llamar a los hijos únicos entre los fenicios -; entonces, a causa de una guerra, amenazando al país graves peligros, aquel hizo vestir al hijo la indumentaria real y, preparando el altar, lo sacrificó".
(Eusebio, Praep. evang. I, lO, 44)

Clitarco
"Los fenicios y sobre todo los cartagineses, cuando desean que suceda alguna cosa importante, prometen que, si obtienen aquello que desean, sacrificaran un niño a Cronos. De hecho cerca del lugar hay una estatua de bronce del dios con las manos vueltas a lo alto y dispuesta sobre un brasero, en el cual cae el pequeño. Cuando las llamas muerden el cuerpo, los miembros se contraen y la boca aparenta reír, hasta que el cuerpo contraído se consume en el brasero. Por lo que esta risa es llamada sarda, porque se mueren riendo".
(Schol. Plat. Rep. 337 A)

Diodoro de Sicilia
"Estimaron que Cronos les era hostil. En efecto, aquellos que antes habían sacrificado a este dios los mejores de sus hijos, compraban ahora secretamente niños que alimentaban para después enviarlos al sacrificio. Según se averiguó, se supo que algunos de los niños inmolados habían sido sacrificados en lugar de otros. Considerando estas cosas y viendo al enemigo acampado delante de sus muros, experimentaron un temor religioso ocasionado por la idea de haber descuidado los honores tradicionales debidos a los dioses. Ardiendo en deseos de reparar sus errores, eligieron doscientos niños de entre los mas considerados y les sacrificaron a nombre del Estado. Otros, que habían sido acusados, se ofrecieron ellos mismos; su número llegó a alcanzar trescientos. Había en Cartago una estatua de Cronos en bronce, las manos extendidas, la palma en alto, e inclinadas hacia el suelo, de forma que el niño que era allí colocado rodaba y caía en una fosa llena de fuego."
(XX, 14, 4.)

"Entre los muertos estaba también Hanibal, el general, y entre los exploradores que habían sido enviados había algunos que contaron que en la noche habían sido vistos espíritus de los muertos. Himilcar, viendo como la multitud era acosada por un temor supersticioso, primero de todo puso término a la destrucción de los monumentos, y luego suplicó a los dioses según la costumbre de su pueblo sacrificando un joven muchacho a Cronos y una multitud de ganado a Poseidón, sumergiéndolo en el mar."
(XIII, 86, 3)

Plutarco
"Los cartagineses...sacrificaban sus propios hijos a Cronos, y aquellos sin hijos los compraban a los pobres como si fueran animales. La madre asistía sin lagrimas ni gemidos; si lloraba se deshonraba, sin poder impedir por ello el sacrificio. El ambiente estaba lleno de sonidos de los que, ante la estatua, tocaban tambores y tímpanos, para ahogar los gritos."
(De superst., 13)

Quinto Curcio Rufo
"Hubo otros que propusieron practicar de nuevo una antigua costumbre religiosa, caída en desuso durante muchos siglos y que yo ciertamente no la estimaría muy grata a los dioses: la inmolación de un niño de condición libre a Saturno. Esta infamia, mas que sacrificio, que habían heredado de sus fundadores, se dice que fue practicada por los cartagineses hasta la destrucción de su ciudad. Y (ahora) sin la oposición de los Ancianos, cuyo consejo era decisivo en todos los asuntos, se hubiera impuesto sobre las consideraciones mas humanitarias."
(De rebus gestis Alexandri Magni, IV, 3)

Tertuliano
"Los niños eran publicamente inmolados a Saturno en Africa hasta el proconsulado de Tiberio, el cual hizo poner crucificados vivos a los propios sacerdotes en los arboles de su templo que habían dado sombra a sus crímenes; según han testimoniado los soldados de mi padre que siguieron la orden del procónsul. A pesar de ello semejante crimen es preservado en secreto."
(Apolog., IX, 2-3)

Ennio
"Los púnicos sacrificaban según costumbre a sus hijos varones."
(fr. 221)

Agustín
"Cito las palabras de Varrón: había sido dicho que Saturno solía devorar sus vástagos, porque la simiente retornaba al lugar del cual habían nacido...A continuación dice que la razón por la que ciertos pueblos, como los cartagineses, practican el sacrificio de niños a él, y otros, como los galos, incluso adultos, es a causa de que la mejor de todas las simientes es la humana."
(De civitates dei, VII, 19)

"Saturno devoró a sus hijos, como los poetas cuentan la historia; y los filósofos físicos hacen de la historia lo que quieren. Como la historia relata, el los mató, aunque la practica cartaginesa de sacrificar sus hijos a él no fue adoptada por los romanos."
(Ibid., VII, 26)

¿Clitarco?
"Dícese que Talos, el guardián construido por Hefesto y dado por Zeus a Europa, castigaba singularmente a aquellos extranjeros que arribaban a Creta: saltaba al fuego y, después de haber calentado su pecho hasta volverlo incandescente, los abrazaba; y sonreía mientras aquellos se quemaban. Algunos dicen que en Cerdeña hay un hierba que mata a los extranjeros que la comen, y muestran los dientes debido a los espasmos. Timeo dice que los sardos llevan a sus ancianos padres junto a un abismo y les empujan hacia el, y aquellos ríen como si murieran felizmente. Los Cartagineses que habitaban la Cerdeña tenían una costumbre barbara, muy diferente de aquella de los griegos. Pues sacrificaban a Cronos, en días establecidos, no solo alguno de los prisioneros sino también los viejos que habían pasado de los setenta años. Al sacrificado el llorar le parecía cosa torpe y vil, mientras el alegrarse y reír le parecía digno de coraje y hermoso. Por eso la risa simulada en circunstancias dolorosas es dicha sarda."
(Schol. Hom. Od. XX, 302)

Apolodoro
"Desde allí se dirigieron a Creta, pero Talos les impidió acercarse; unos dicen que éste era de la raza de bronce, otros que había sido entregado a Minos por Hefesto; era un hombre de bronce, pero según algunos era un toro. Tenía una sola vena que se extendía desde el cuello a los tobillos, y el extremo de la vena estaba cerrado con un clavo igualmente broncíneo."
(Biblioth. I, 9, 26)

Pseudo Platón
"Entre nosotros no hay una ley que prescriba los sacrificios humanos: por el contrario, tal cosa sería abominable; aunque los cartagineses realizan tales sacrificios como algo sagrado y lícito, y ciertos de entre ellos llegan incluso a sacrificar sus propios hijos a Cronos, como también debes haber oído."
(Minos, 315e)

Silio Itálico
"La nación que Dido fundó cuando se estableció en Libia, donde se acostumbraba a satisfacer a los dioses con sacrificios humanos y a ofrecer a sus niños pequeños -horrible de contar- sobre altares ardientes. Cada año la suerte era echada y la tragedia se repetía, recordando los sacrificios ofrecidos a Diana en el reino de Thoas."
(Punica, IV,766)

Dionisio de Halicarnaso
"Dicen que los antiguos acostumbraban a ofrecer víctimas humanas a Cronos, igual que en Cartago durante tanto tiempo como la ciudad existió, y como los celtas y algunas otras naciones occidentales hacen aún hoy."
(I, 38)

Dracontio
"En Cartago se realizaba cada año el asesinato de dos aristócratas, sacrificando niños al viejo Saturno; los padres que se lamentaban tristemente cerca del altar eran afeados."
(Carmina, V, 148-150)

Minucio
"Tales prácticas siguen desde luego los precedentes establecidos por vuestros dioses. Saturno no expuso a sus hijos, sino que los devoró. No sin razón en algunas partes de Africa los niños eran sacrificados a él por sus padres, y sus llantos calmados con palabras cariñosas y besos por miedo a que una víctima fuera sacrificada en lágrimas."
(Octavius, XXX, 3)

Sexto Empírico
"A Cronos es sacrificada una víctima humana (en Cartago), aunque esto es considerado por muchos como un acto impío."
(Hypot., III, 221)